Dominios de Bud de Alcor, Zona sombra de Zeta

((Imagen y resumen en proceso))

– Parece que Peter Pan volvió a perder a su sombra. – sonrió de lado al decir aquello y miró el destrozo que había hecho el Asgardiano. Aun andaban rondando los fragmentos de la piedra…

– Dime gatito… ¿Qué se siente volver a la vida luego de la derrota?… ¿No resulta una especie de triunfo?– sonrío de nuevo – o es un favor que tendrás que agradecer muchas veces a Athena. – Miró el lugar desolado, cubierto solo por nieve. – Dime… ¿Te vas a arrastrar pidiendo perdón por tus pecados? –

Se rió a carcajadas al escuchar la respuesta del otro. Le demostró de una sola vez que Athena era demasiado ingenua, una cosa era revivir a sus mascotas y otra revivir a sus enemigos.

– Dudo mucho que puedas cumplir tu amenaza, pero te diré quien soy de todos modos– sonrío de lado, cualquiera que los viera de lejos pensaría que estaba loco hablando a un muñeco de nieve… a diferencia de su propia armadura la de él… apenas y resaltaba. – Soy Aiacos de Garuda… Juez del inframundo.

Anunciarse como el mismo diablo tenía el mismo efecto de miedo y luego intriga… bien podía esperar que lo siguiente fuera intentar hacer algún pacto. – Mas que capitán… podrías decir que soy una de sus mascotas favoritas. – Sonrió – Cerberus es el favorito.

Miró a su alrededor, que podía buscar en ese lugar repleto de nieve, frío y hambre… Dio un par de pasos pateando la nieve que se amontonaba en el suelo y lo miró de nuevo. – Lo que yo haga no deja de ser mi problema.… y sobre nuestra derrota… es insignificante si al final de cuentas seremos dueños de sus almas… – sonrió de nuevo – … si no hubieran vuelto a la vida… – el tono de voz dejó claro que estaría cobrando venganza.

Lo vio desaparecer, miró a su alrededor, estaba solo en ese rincón olvidado del mundo. Alzó una ceja y luego de asegurarse de que estaba solo comenzó a juntar nieve con las manos.

Acababa de terminar su juego cuando escuchó de nuevo la voz del gato. Alzó una ceja pensando en que había dicho, que podía o no ser cierto. – No sé que dije, pero lo más probable es que no puedas confiar en ello. – sonrió notando como lo miraban.

– ¡Mi mamá me dijo que no me fuera con extraños…!– le gritó pero como el otro ya había comenzado a caminar se fue siguiendo sus pisadas.

Alzó una ceja al escuchar su respuesta y luego contuvo la carcajada al escuchar el cumplido a su madre. En realidad la mujer recibía muy pocas alabanzas cada que alguien se la nombraba.

Avanzó tras él, sonriendo por la vista que tenía, ignorando completamente el paisaje de bosque oscuro para concentrarse en el cuerpo que se movía lentamente delante suyo. Por un momento le dieron ganas de acercarse a tocarlo por sorpresa para hacerlo correr como a ciervo asustado.

Llegaron a una cabaña, que a pesar de sencilla tenía una particular manera de abrirse. Alzó una ceja ante la "orden" de entrar y luego rió a carcajadas con aquello de los fantasmas. – Estoy demasiado acostumbrado a los muertos como para preocuparme por ellos. – Sonrió de lado y entró. Tampoco le preocupaban las tormentas pero sería más entretenido que seguir haciendo muñecos de nieve con formas obscenas.

No podía evitar pensar que el gato tenía un par de tornillos flojos, no muchos lo invitaban así nomás a su casa. Entró en la cabaña y miró el reducido espacio y los pocos muebles… aunque hubiera querido meter más cosas seguramente no cabían.

Se extraño del "ponte cómodo"… era obvio en ese lugar no había muchas formas de estar cómodo, pero se guardó sus comentarios para no ofender al "cordial" … se deshizo de su armadura, esta desapareció sin dejar rastro… la hubiera dejado en un rincón pero seguramente ocuparía tanto espacio como la cama.

– Mientras que tenga alcohol. – se encogió de hombros y jaló una silla donde se acomodo.

Edited by Lantis - 13/5/2015, 04:48